Ventanas Thermia Barcelona en la a casa RDP, finalista de la Bienal de Arquitectura Lationoamericana 2016.
La memoria
La singularidad de esta vivienda, que ha ganado la BAQ 2016 ( Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito ) y ha quedado finalista en BAL ( Bienal de Arquitectura Latinoamericana ), reside en el ejercicio inédito que sus autores hacen de los materiales. Los desnudan de sus tratamientos y capas embellecedoras y dejan al descubierto el hueso, la estructura, la articulación puramente funcional. Nos hablan de los orígenes, de la imperfección como hilo argumental, de cómo el uso de los materiales en su estado primigenio permite resaltar la belleza latente: la belleza roma.
El propietario, cuando era pequeño buscaba descifrar el funcionamiento de los relojes antiguos. Tenía pasión por la mecánica. Le interesaba una casa muy didáctica, utilitaria y desarmable y que las soluciones constructivas fueran visibles, sin tratamientos, sin disfraz. Solo así conseguía mostrar las articulaciones de la vivienda, lo auténticamente funcional. Al descifrar esta vinculación directa con el metal, apareció la idea y el anhelo de vivir en una casa de contenedores. Es así que se inició un trabajo de simplificación donde únicamente debían existir las piezas necesarias.
Los contenedores son imperfectos, mantienen todos los golpes; cicatrices que nos hablan de una historia de usos y nos recuerdan que incluso lo inerte tiene una historia, una vida. Estos objetos fueron pensados como los espacios complementarios de la casa: bodegas, baños, armarios, y cocina y prácticamente se los utiliza en su estado natural.
Es así que se planteó la posibilidad de no hacer cambios en su estructura original, y en caso de hacerlo, encontrar la justificación responsable para intervenir. De esta manera, las modificaciones realizadas fueron estratégicas y ligadas estrictamente a criterios de iluminación, ventilación y vinculación entre ambientes interiores y exteriores.
Por otra parte, y con el afán de evidenciar la esencia material, se retiró la pintura de fábrica hacia el exterior, mientras que al interior, se mantuvo un carácter neutro y sanitario blanco. Se mantuvo el suelo de madera original.
Las casa mantiene una fuerte vinculación con el exterior ( área verde y montaña ) y todos los espacios entre contenedores son una especie de ausencia de material, únicamente se evidencian los imperceptibles marcos metálicos de las puertas y ventanas con el vidrio.
Ventanas sin ‘tratar’.
Esta ha sido la única ocasión en que Thermia Barcelona ha fabricado puertas y ventanas con esta singularidad. Ilusionados con formar parte de un proyecto que va más allá de lo convencional, no se trató el aluminio en sus procesos habituales, sino que al igual que el resto de los materiales, se han dejado que sea el paso del tiempo se encargue de acariciar los marcos y hojas de las ventanas y les otorgue las tonalidades que la naturaleza decida.
Cabe decir que tanto la losa como el metal generan un calor interno que se sostiene gracias a la hermeticidad de las ventanas Thermia. Este hogar mantiene, de esta forma, una temperatura sostenible interna que oscila entre 15ºC y 22ºC por la noche. Los cerramientos herméticos, a pesar de estar “ desnudos” siguen cumpliendo su función aislante con el exterior.
La empresa ecuatoriana ER Servicios ha sido la encargada de hacer toda la fabricación e instalación, en concreto esta obra cuenta con puertas de entrada y ventanas proyectantes Thermia AF52 y balconeras multicarril correderas Thermia CF31.