En Thermia sabemos que la calidad de una ventana se define mucho antes de llegar a obra. Depende del mecanizado de cada perfil, de la exactitud de las operaciones y de la coherencia técnica entre todas las piezas que formarán parte del sistema. Por este motivo hemos incorporado un nuevo centro de mecanizado que amplía nuestra capacidad y mejora la precisión del proceso.
El impacto se nota especialmente en obra: los perfiles llegan con mecanizados más limpios y exactos, lo que facilita el trabajo del instalador, reduce ajustes en el montaje y aporta mayor fiabilidad al conjunto final. En proyectos donde cada milímetro importa, disponer de un mecanizado más preciso se convierte en un valor real.
Esta mejora encaja con la manera de trabajar de Thermia: poner atención también en aquello que no se ve, pero que determina el rendimiento y la vida útil de la ventana. Un buen mecanizado influye directamente en la estanqueidad, el aislamiento y el funcionamiento del sistema, especialmente en ventanas de gran formato o en requisitos exigentes.
La automatización de parte del proceso nos permite también reducir variaciones, asegurar un resultado más uniforme y minimizar el margen de error, algo clave para mantener un estándar de calidad estable en todas las series.
Con esta incorporación reforzamos la línea que seguimos desde hace años: mejorar procesos, incorporar tecnología que aporta valor real y trabajar con un modelo productivo más consistente y preparado para las necesidades actuales del sector.
Seguimos avanzando paso a paso, con la misma idea de siempre: fabricar ventanas que estén a la altura de la arquitectura que las rodea.
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