Santa Familia se ubica en el Casco Viejo de la Ciudad de Panamá, una zona de gran valor patrimonial y cultural. Pero este no es simplemente un proyecto inmobiliario: es una intervención urbana que busca integrar historia, sostenibilidad y comunidad. Conservatorio S.A., la empresa responsable del desarrollo, ha propuesto un modelo que combina la restauración arquitectónica con la regeneración social y ambiental. En ese marco, Thermia Barcelona ha participado con soluciones de carpintería de aluminio adaptadas a un entorno donde el pasado no se borra, sino que se respeta y se resignifica.
Regenerar el barrio desde adentro
El origen de Santa Familia remonta a más de veinte años atrás, cuando KC Hardin, fundador de Conservatorio S.A., adquirió una propiedad abandonada junto a una muralla colonial de más de 300 años. “Verdaderamente fue esa oportunidad que ocurre una sola vez en la vida de crear algo especial”, afirma Hardin. En lugar de iniciar un desarrollo convencional, el edificio se abrió primero a ONGs, artistas y programas comunitarios, ofreciendo espacios a bajo costo o de forma gratuita. La intención era clara: reactivar el barrio desde sus cimientos sociales.
“No hay un uso neutro del espacio urbano. O construye comunidad o la destruye. Un edificio vacío es negativo”, resume Hardin.
Una arquitectura anclada en la historia
La arquitecta Hildegard Vásquez, de la firma Hache Uve, conoce el edificio desde hace décadas. “Cada mañana, cuando desayuno, veo el lateral de Santa Familia. Lo conozco desde siempre”, comenta. Su proceso de diseño comenzó con una profunda investigación histórica, incluyendo fotografías tomadas por Eadweard Muybridge en 1910. Descubrió que el edificio original fue una escuela diseñada por Shay & Wright, referentes del modernismo temprano en Panamá.
La intención inicial fue conservar la estructura, pero el daño era irreversible. “La acumulación de agua hacía imposible la reestructuración. Pero eso nos obligó a repensar el diseño desde cero, sin perder la esencia”, explica Vásquez.
Soluciones técnicas que preservan identidad
Una de las decisiones clave fue la selección de los sistemas de ventanas. Thermia Barcelona aportó soluciones adaptadas tanto técnica como estéticamente a los requisitos del proyecto. La ejecución y suministro fueron posibles gracias a la colaboración con Eyrsa Panamá, nuestro cliente y aliado local, cuyo conocimiento técnico y experiencia fueron esenciales para garantizar una instalación precisa y respetuosa con el entorno patrimonial.
- Thermia AF52: ventanas y puertas de aluminio abisagradas, fabricadas con arco de medio punto y cuarterones interiores que replican el estilo colonial del colegio original del edificio.
- Thermia PR77 Doplo: puertas de acceso al patio interior comunitario y zona de piscina. Sistemas plegables de alto rendimiento que gracias a su sistema de apertura plegable permiten una apertura total del vano, fomentando un paso amplio, ventilación natural y conexión con el entorno tropical.
Estos sistemas no solo conservan la coherencia estética del conjunto, sino que también ofrecen eficiencia energética, resistencia y confort, aspectos fundamentales en el clima panameño
Construcción manual en un entorno patrimonial
El proceso constructivo también estuvo marcado por restricciones estrictas. La normativa de patrimonio prohibía el uso de grúas visibles desde la Cinta Costera o que superaran la altura de la Catedral. “Este proyecto no podía construirse con grúa. Lo hicimos como los romanos: a mano”, afirma Carmen Chea, gerente de construcción. Cada elemento se instaló con precisión milimétrica, respetando formas y acabados tradicionales.
Diseño contemporáneo con raíces locales
El diseño interior, a cargo de Aline Trindade, combina influencias del modernismo tropical y el minimalismo escandinavo. El resultado son 60 unidades residenciales con tipologías únicas, vistas hacia el mar, la muralla colonial o el Canal de Panamá, y acabados sobrios y funcionales. Se entregan completamente equipadas y servicios tipo hotel: seguridad, mantenimiento y atención personalizada.
“Es un proyecto grande, horizontal, con múltiples usos. Eso lo hace extraordinario”, señala Sebastián Pérez, director de desarrollo de Conservatorio.
Impacto más allá de la arquitectura
Santa Familia forma parte de una estrategia urbana más amplia: por cada vivienda de alto valor desarrollada, se impulsa una unidad de vivienda asequible en la zona. Este modelo de regeneración inclusiva ha dinamizado el empleo local, fomentado el emprendimiento y devuelto espacios públicos a los residentes del barrio.
“Aquí había un entorno muy hostil. Si veías un turista, le invitabas a un café porque hacía meses que no veías a uno”, recuerda Idalibert Berguido, emprendedora del Casco.
Conservatorio S.A. ha sido reconocida por su enfoque con la certificación B-Corp, y se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono en 2030. Su trabajo ha sido estudiado por instituciones como Oxford y el MIT, y Santa Familia se posiciona como un referente latinoamericano de regeneración urbana con impacto social.
“Necesitábamos inversionistas que entendieran la visión. Que pudieran imaginar un Casco Viejo que aún no existía”, concluye Hardin.
Tecnología al servicio de la ciudad histórica
En Thermia Barcelona entendemos que el aluminio, cuando se diseña con precisión y sensibilidad, no solo responde a las demandas contemporáneas de rendimiento, sino que puede integrarse de forma respetuosa en contextos históricos. Santa Familia demuestra que tradición, tecnología y responsabilidad social pueden convivir en equilibrio. Y más aún: pueden fortalecerse mutuamente.
Sobre Thermia Barcelona
Thermia Barcelona, empresa familiar con más de 40 años de experiencia en el sector de los cerramientos de aluminio, es un claro ejemplo de cómo combinar calidad, innovación y compromiso con la satisfacción del cliente. La compañía, que cuenta con unas instalaciones propias de más de 10.000 m², diseña y distribuye su propio sistema de aluminio para la fabricación de ventanas Thermia® desde Barcelona a todo el mundo.
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