Si hace unas semanas te exponíamos una serie de consejos para aumentar el ahorro energético en tu vivienda, ahora queremos hablarte de ese molesto fenómeno que se produce en tus ventanas de aluminio a pesar de ser nuevas y contar con los últimos sistemas para el aislamiento: la condensación.
La condensación es un proceso químico por el que un gas pasa a estado líquido. En el hogar se produce cuando existe una humedad excesiva y el vapor de agua contenido en el aire entra en contacto con una superficie especialmente fría.
Existen múltiples factores condicionantes, como el clima de la zona en la que vives o la orientación de tu vivienda, pero darte una ducha caliente o un baño, hervir o guisar en una olla, abrir la puerta del horno después de cocinar, lavar los platos y poner una lavadora son algunas de las múltiples actividades que realizamos cotidianamente que aumentan el nivel de humedad.
También las plantas, durante la fotosíntesis, y las personas, al respirar, estamos emitiendo vapor de agua que cuando entra en contacto con ventanas, espejos u otros cristales de la casa se condensa y provoca que se empañen.
Todos estos factores hacen que no sea suficiente contar con ventanas con prestaciones óptimas para evitar la condensación. Por eso queremos proponerte cinco medidas con las que conseguirás reducir la humedad de tu vivienda y combatir la condensación:
1# Deja circular el aire interior
El aire es el gran aliado a la hora de eliminar la condensación. Ejemplo de ello es que cuando se empaña el cristal del coche activamos el sistema de climatización para desempañarlo y aumentar nuestra visibilidad. De la misma manera, cuanto más aire circule por las ventanas y los cristales de tu casa, menor será el riesgo de que se adhiera el vapor de agua.
Procura subir las persianas y abrir las cortinas para que el aire pueda circular libremente sobre las ventanas, especialmente si estás realizando alguna de las actividades diarias de las que ya te hemos hablado.
Además, si tienes chimenea, aunque no la utilices durante todo el año, no la tapes constantemente ya que esta te permite una mejor ventilación.
2# Ventila tu vivienda
A diferencia de los antiguos cerramientos, las ventanas más actuales proporcionan una estanqueidad muy alta con múltiples beneficios, pero, al mismo tiempo, impiden la circulación del aire. Por este motivo, es importante que ventiles tu casa para que pueda renovarse el aire y regularse la temperatura interna.
Abre tus ventanas durante un máximo de 10 minutos al día e instala los sistemas de ventilación más adecuados para tu casa y reducirás el riesgo de que se empañen los cristales.
3# Utiliza deshumidificadores y extractores
Si tu casa tiene humedades en las paredes y los cristales se te empañan todo el rato, te recomendamos que utilices extractores y algún deshumidificador para deshacerte de la humedad. Conseguirás disminuir la condensación y aumentar tu confort térmico y bienestar.
4# Crea una atmósfera tibia
Como te hemos contado ya, la condensación aparece cuando se genera un gran contraste de temperatura entre el vapor de agua y las superficies que se empañan. Intenta mantener una temperatura ambiente media, por encima de los 17º, pero sin que exista un calor excesivo para evitar el choque de temperaturas.
5# Elige el cristal adecuado para tus ventanas de aluminio
Por último, revisa tus ventanas y asegúrate de que cuenten con un cristal capaz de mantener la temperatura adecuada por más tiempo. El doble vidrio y todos aquellos certificados como vidrios de baja emisividad te ayudarán a reducir considerablemente la pérdida de calor y, paralelamente, favorecerán un clima templado en el interior de tu vivienda.
Si estás buscando eliminar la condensación de tu hogar, sigue estos pasos y contacta con nosotros para que podamos recomendarte las ventanas de aluminio que más te convienen.
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