Si hablamos de arquitectura ecológica, arquitectura sostenible o sustentable, eco-arquitectura incluso arquitectura verde, estamos dando vueltas sobre la misma idea.
La arquitectura sostenible tiene en cuenta el impacto que va a tener el edificio durante todo su ciclo de vida, desde su construcción pasando por su uso, hasta su derribo.
Tomando en consideración en estado de crisis ambiental que vive nuestro planeta, la arquitectura sostenible no se puede tomar como una tendencia o una moda sino más bien como una necesidad.
“Es una necesidad tomar conciencia de nuestra forma de construir”
Michelle Broutin Serrano – Universidad Politécnica de Catalunya
En la actualidad, los aspectos que se deben tener en cuenta para el desarrollo de una arquitectura y construcción sostenible son los siguientes:
- Optimización y mejora del uso de los recursos naturales como el agua, el sol, etc.
- Reducción del consumo de energía
- Utilización de fuentes de energía renovables
- Reducción de desechos y emisiones de gases efecto invernadero
- Mejorar la calidad de vida y el confort de los ocupantes del edificio
- Menor mantenimiento y coste de los edificios
- Utilización de materiales reciclados, renovables y no tóxico
Las ventanas bioclimáticas, qué nos aportan y cómo trabajan dentro de un concepto de sostenibilidad.
El control de la energía dentro del edificio es fundamental. Perderla o ganarla marcará la diferencia.
La ventana y el cristal que empleemos en ella serán elementos clave a la hora de conseguir ahorros energéticos importantes. La idea es que los materiales jueguen a nuestro favor a la hora de recibir y almacenar la energía solar.
La importancia de controlar la energía en el hogar.
El efecto invernadero en casa: nuestro aliado.
Cuando los rayos de sol entran en un invernadero, los objetos que habitan en su interior absorben la radiación. Éstos se calientan y emiten radiación infrarroja que no puede escapar, pues el vidrio es opaco a la misma.
Este efecto que a nivel planetario es fatal, resulta el mejor fenómeno para ser aplicado en las casas. De hecho las casas bioclimáticas disfrutan de él para captar y mantener el calor del sol.
¿Qué es una ventana bioclimática?
La ventana bioclimática es aquella que en su aspecto estructural, suele emplear un acristalamiento especial y que, conjuntamente con el tipo de marco y los selladores para evitar las filtraciones del aire, constituyen un elemento de aislamiento básico en la arquitectura sostenible.
La fusión de materiales de la venatana bioclimática.
En el ámbito de la arquitectura y la construcción existen ventajas claramente marcadas y reconocidas con respecto a los diferentes materiales con que se fabrican las ventanas en la actualidad.
Concretamente para este sistema bioclima es imprescindible que las ventanas no solo permitan la libre circulación del aire dentro de la vivienda ( aireación, salud y salubridad ) sino también la conservación de la temperatura ideal. Esta conservación “natural” permitirá el ahorro energético al no hacer uso ni de la calefacción ni del sistema de climatización.
El doble acristalamiento minimiza considerablemente las pérdidas de calor, pero debido a su naturaleza, reduce la transparencia con relación a la radiación solar del día.
Vidrios: son el principal captador de energía solar hacia el interior de las viviendas, los encontramos como vidrio sencillo (monolítico) de una o más hojas de vidrio. Existen incoloros, entintados, impresos y de seguridad. Vidrio de baja emisividad, que son vidrios monolíticos sobre los que se ha depositado una capa de óxidos metálicos muy fina.
Selladores y aislantes: su principal uso es evitar el paso de corrientes de aire del exterior al interior de los espacios. Siempre se debe de buscar que sean ampliamente resistentes a la intemperie pues estarán expuestos al aire, el sol, la lluvia y el polvo constantemente.
Marcos: representan entre el 25 y 35% de la superficie de una ventana. Bajo el aspecto térmico transmiten la energía calorífica a través de una pared ya sea por conducción, convección o radiación.
Vidrio doble: Se compone por dos o más láminas de vidrios monolíticos separados entre sí por una o más cámaras de aire herméticamente cerradas, evitando así el intercambio de calor por convección y conducción, lo que aumenta su capacidad aislante.
Arquitectura y salud.
Los beneficios de trabajar con una arquitectura sostenible son muchos. Los estudios sobre salud ambiental abarcan un espectro amplio y si bien inicialmente se centraban en elementos tóxicos y enfermedades tipificadas, con los años nos hemos dado cuenta que aspectos como el ruido o la iluminación que recibimos son igual de importantes.
“Debemos tener un ambiente saludable para que pueda haber gente saludable”.
Ya sea en grandes edificaciones o en pequeños gestos en casa, la arquitectura sostenible y toda su filosofía, son pequeñas batallas ganadas a un mundo con una crisis medioambiental sin precedentes y a una sociedad que anhela una mejor salud y calidad de vida.
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